América Latina y Rusia en el mercado mundial de alimentos
Según el último informe de la Red anticrisis global, en el año 2021 aproximadamente 193 millones de personas en 53 países y otros territorios se vieron afectados por una grave falta de alimentos.
La crisis económica mundial, provocada por la pandemia de COVID-19, prácticamente no influyó en los intereses de las empresas productoras y los exportadores de productos alimenticios. Además, en los años del COVID 2020-2021, sus ventas e ingresos aumentaron considerablemente. Muchas empresas agrícolas de América Latina y Rusia se convirtieron en beneficiarios del auge en los mercados internacionales de alimentos.
Esto se debe a que los precios mundiales de los alimentos subieron bruscamente a causa de motivos diferentes, y actualmente se acercan al máximo histórico. Esto se manifestó de una forma especialmente clara en los mercados de cultivos oleaginosos y de cereales, así como en los mercados de carne y productos cárnicos, donde las posiciones de las estructuras de negocio latinoamericanas y rusas son especialmente fuertes.
Sobre esta cuestión de actualidad hablamos con el Doctor de Ciencias Económicas, Catedrático de la Universidad Rusa de Economía de G.V. Plejánov, Pyotr Pavlovich YAKOVLEV.
«Mezhdunarodnaya Zhizn»: Pyotr Pavlovich, hoy en día muchos politólogos en diferentes países cada vez con mayor frecuencia hablan de la amenaza de una hambruna global, cuyo motivo lo ven y en la pandemia del COVID-19, y en las malas cosechas de cereales en varios estados grandes y en la operación militar especial de Rusia en Ucrania. ¿Qué opina sobre ese problema?
Pyotr Yakovlev: Para empezar, diré que el problema alimenticio global hoy en día no es un hecho nuevo. Una de las causas principales de tal fenómeno global como el aumento de los procesos de inflación en 2021 bajo las condiciones de la pandemia, fue el crecimiento de las cotizaciones en la bolsa de productos alimenticios y el salto de la inflación.
Pero qué es lo que teníamos hace uno o dos años? Según los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desde mayo del año 2020 hasta mayo del 2021, los precios mundiales de alimentos crecieron en un promedio del 40%, lo que se convirtió en un récord.
Como se sabe, en los mercados agrícolas internacionales hay dos cultivos que «dictan la moda»: el maíz y la soja. Da la sensación, que a su vez se sostiene Al parecer, y lo que también confirman los estudios de la FAO, la elevada demanda actual de estos cultivos, así como del azúcar, está relacionada con el hecho de que también pueden ser utilizados en calidad de materia prima para la producción de biocombustible. De esta forma, la estrategia de la transición energética "verde" crea una amenaza de crisis alimentaria.
A su vez, es plenamente evidente que los fabricantes líderes de productos alimenticios tienen la posibilidad de aprovechar el considerable aumento de precios para los principales tipos de productos de alimentación.
Como podemos ver, entre los 20 mayores exportadores de alimentos figuran tres países latinoamericanos (Brasil, México y Argentina) y la Federación de Rusia. Desde mi punto de vista, esto puede convertirse en un factor adicional para la cooperación comercial y económica ruso-latinoamericana.
«Mezhdunarodnaya Zhizn»: ¿Y el complejo agroindustrial latinoamericano es una nueva dimensión?
Pyotr Yakovlev: El nuevo rumbo global que se va formando en el mercado de los alimentos tiene una importancia fundamental para los países de Latinoamérica. Precisamente el complejo agroindustrial constituye un pilar tradicional de la economía de esa región.
Las empresas del complejo agroindustrial desempeñan un papel fundamental en la mayoría de los estados de la región: en Argentina, Brasil, Colombia, México, Paraguay, Perú, Chile, Uruguay, prácticamente en todos los países del Caribe y Centroamérica. Por ejemplo, en Argentina el complejo agroindustrial proporciona alrededor del 25% del PIB y más del 60% de exportación de mercancías.
Un auténtico avance en la producción de alimentos en el siglo XXI lo hizo Brasil. Hay que destacar que el uso de nuevas tecnologías en la industria agraria permite hablar de la transición del sector agrícola latinoamericano a la vía de crecimiento intensivo. Muchas empresas del complejo agroindustrial de América Latina se plantearon el objetivo de seguir aumentando la producción: particularmente, hasta el año 2031 Brasil tiene previsto aumentar la exportación de azúcar en un 23%, carne de ave en un 29%, carne de res en un 31%, maíz en un 33%, habas de soja y carne de cerdo en un 34%, uvas en un 39%, algodón en un 40%.
«Mezhdunarodnaya Zhizn»: Pyotr Pavlovich, como se sabe, históricamente Rusia era un país predominantemente agrario, y principalmente llevaba productos agrícolas a los mercados internacionales. ¿Y qué papel desempeña Rusia en la industria de la alimentación, hoy en día?
Pyotr Yakovlev: Sí, tiene razón. Sin embargo tal enfoque industrial y de comercio exterior empezó a cambiar en la época soviética, cuando el país emprendió el camino de la industrialización forzada. Posteriormente, este sector entró en un periodo de crisis prolongada, lo que obligó a la URSS a intensificar la importación de una serie de tipos de productos alimenticios clave. En los años 1990 la agricultura en la Federación de Rusia estaba experimentando una crisis aguda.
Pero ya a principios de los años 2000 se empezaron a notar se observaron tendencias positivas. Y en la segunda década del siglo XXI la salida de productos de alimentación al extranjero empezó a aumentar de una forma especialmente intensiva.
Durante un periodo relativamente corto la exportación de alimentos de la Federación de Rusia en términos de valor aumentó 3,8 veces: de 8,1 a 30,6 mil millones de dólares y alcanzó una cobertura de más de 150 estados. Los productores agrícolas rusos salieron a los mercados internacionales con diversos productos. Y es de notar que el año del COVID 2021 fue indicativo para el complejo agroindustrial de Rusia – por primera vez en muchas décadas el volumen de exportación de productos agrarios superó el volumen de importación.
«Mezhdunarodnaya Zhizn»: Rusia y Latinoamérica tradicionalmente son socios comerciales y económicos, con interés mutuo en la ampliación de la colaboración. No cabe duda que la intensa entrada de grupos empresariales agrarios rusos en los mercados internacionales de productos de alimentación aporta nuevos elementos a las relaciones comerciales y económicas de nuestro país con los estados de América Latina, ante todo con Brasil. ¿Nosotros y ellos somos socios o ya somos competidores?
Pyotr Yakovlev: Ahora lo explicaré. Se trata de que por una parte el mercado de consumo ruso sigue siendo dependiente de suministros de empresas latinoamericanas a causa de las condiciones climáticas desfavorables para la producción de ciertos cultivos agrícolas.
Pero el propio hecho de suministro de grano de producción nacional a la región en la segunda década del siglo XXI demuestra que las empresas rusas del complejo agroindustrial disponen de un potencial de promoción de productos de alimentación al mercado latinoamericano altamente competitivo.
Muchos datos también indican que las empresas del complejo agroindustrial nacional paulatinamente empiezan a competir con empresas de otros estados exportadores, incluyendo Brasil, no sólo en los mercados de China, sino también en los de Oriente Próximo y Oriente Medio, África del Norte y el Sudeste Asiático. De esta forma nuestro país y América Latina, siguiendo siendo socios comerciales, en algunos tipos de productos se convierten en competidores en los mercados internacionales de alimentos.
«Mezhdunarodnaya Zhizn»: Pyotr Pavlovich, gracias por el detallado diálogo sobre la actual cuestión.
Para leer la entrevista completa con P.P. Yakovlev, visite: https://interaffairs.ru/news/show/35669
En la foto: P.P. Yakovlev
La crisis económica mundial, provocada por la pandemia de COVID-19, prácticamente no influyó en los intereses de las empresas productoras y los exportadores de productos alimenticios. Además, en los años del COVID 2020-2021, sus ventas e ingresos aumentaron considerablemente. Muchas empresas agrícolas de América Latina y Rusia se convirtieron en beneficiarios del auge en los mercados internacionales de alimentos.
Esto se debe a que los precios mundiales de los alimentos subieron bruscamente a causa de motivos diferentes, y actualmente se acercan al máximo histórico. Esto se manifestó de una forma especialmente clara en los mercados de cultivos oleaginosos y de cereales, así como en los mercados de carne y productos cárnicos, donde las posiciones de las estructuras de negocio latinoamericanas y rusas son especialmente fuertes.
Sobre esta cuestión de actualidad hablamos con el Doctor de Ciencias Económicas, Catedrático de la Universidad Rusa de Economía de G.V. Plejánov, Pyotr Pavlovich YAKOVLEV.
«Mezhdunarodnaya Zhizn»: Pyotr Pavlovich, hoy en día muchos politólogos en diferentes países cada vez con mayor frecuencia hablan de la amenaza de una hambruna global, cuyo motivo lo ven y en la pandemia del COVID-19, y en las malas cosechas de cereales en varios estados grandes y en la operación militar especial de Rusia en Ucrania. ¿Qué opina sobre ese problema?
Pyotr Yakovlev: Para empezar, diré que el problema alimenticio global hoy en día no es un hecho nuevo. Una de las causas principales de tal fenómeno global como el aumento de los procesos de inflación en 2021 bajo las condiciones de la pandemia, fue el crecimiento de las cotizaciones en la bolsa de productos alimenticios y el salto de la inflación.
Pero qué es lo que teníamos hace uno o dos años? Según los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desde mayo del año 2020 hasta mayo del 2021, los precios mundiales de alimentos crecieron en un promedio del 40%, lo que se convirtió en un récord.
Como se sabe, en los mercados agrícolas internacionales hay dos cultivos que «dictan la moda»: el maíz y la soja. Da la sensación, que a su vez se sostiene Al parecer, y lo que también confirman los estudios de la FAO, la elevada demanda actual de estos cultivos, así como del azúcar, está relacionada con el hecho de que también pueden ser utilizados en calidad de materia prima para la producción de biocombustible. De esta forma, la estrategia de la transición energética "verde" crea una amenaza de crisis alimentaria.
A su vez, es plenamente evidente que los fabricantes líderes de productos alimenticios tienen la posibilidad de aprovechar el considerable aumento de precios para los principales tipos de productos de alimentación.
Como podemos ver, entre los 20 mayores exportadores de alimentos figuran tres países latinoamericanos (Brasil, México y Argentina) y la Federación de Rusia. Desde mi punto de vista, esto puede convertirse en un factor adicional para la cooperación comercial y económica ruso-latinoamericana.
«Mezhdunarodnaya Zhizn»: ¿Y el complejo agroindustrial latinoamericano es una nueva dimensión?
Pyotr Yakovlev: El nuevo rumbo global que se va formando en el mercado de los alimentos tiene una importancia fundamental para los países de Latinoamérica. Precisamente el complejo agroindustrial constituye un pilar tradicional de la economía de esa región.
Las empresas del complejo agroindustrial desempeñan un papel fundamental en la mayoría de los estados de la región: en Argentina, Brasil, Colombia, México, Paraguay, Perú, Chile, Uruguay, prácticamente en todos los países del Caribe y Centroamérica. Por ejemplo, en Argentina el complejo agroindustrial proporciona alrededor del 25% del PIB y más del 60% de exportación de mercancías.
Un auténtico avance en la producción de alimentos en el siglo XXI lo hizo Brasil. Hay que destacar que el uso de nuevas tecnologías en la industria agraria permite hablar de la transición del sector agrícola latinoamericano a la vía de crecimiento intensivo. Muchas empresas del complejo agroindustrial de América Latina se plantearon el objetivo de seguir aumentando la producción: particularmente, hasta el año 2031 Brasil tiene previsto aumentar la exportación de azúcar en un 23%, carne de ave en un 29%, carne de res en un 31%, maíz en un 33%, habas de soja y carne de cerdo en un 34%, uvas en un 39%, algodón en un 40%.
«Mezhdunarodnaya Zhizn»: Pyotr Pavlovich, como se sabe, históricamente Rusia era un país predominantemente agrario, y principalmente llevaba productos agrícolas a los mercados internacionales. ¿Y qué papel desempeña Rusia en la industria de la alimentación, hoy en día?
Pyotr Yakovlev: Sí, tiene razón. Sin embargo tal enfoque industrial y de comercio exterior empezó a cambiar en la época soviética, cuando el país emprendió el camino de la industrialización forzada. Posteriormente, este sector entró en un periodo de crisis prolongada, lo que obligó a la URSS a intensificar la importación de una serie de tipos de productos alimenticios clave. En los años 1990 la agricultura en la Federación de Rusia estaba experimentando una crisis aguda.
Pero ya a principios de los años 2000 se empezaron a notar se observaron tendencias positivas. Y en la segunda década del siglo XXI la salida de productos de alimentación al extranjero empezó a aumentar de una forma especialmente intensiva.
Durante un periodo relativamente corto la exportación de alimentos de la Federación de Rusia en términos de valor aumentó 3,8 veces: de 8,1 a 30,6 mil millones de dólares y alcanzó una cobertura de más de 150 estados. Los productores agrícolas rusos salieron a los mercados internacionales con diversos productos. Y es de notar que el año del COVID 2021 fue indicativo para el complejo agroindustrial de Rusia – por primera vez en muchas décadas el volumen de exportación de productos agrarios superó el volumen de importación.
«Mezhdunarodnaya Zhizn»: Rusia y Latinoamérica tradicionalmente son socios comerciales y económicos, con interés mutuo en la ampliación de la colaboración. No cabe duda que la intensa entrada de grupos empresariales agrarios rusos en los mercados internacionales de productos de alimentación aporta nuevos elementos a las relaciones comerciales y económicas de nuestro país con los estados de América Latina, ante todo con Brasil. ¿Nosotros y ellos somos socios o ya somos competidores?
Pyotr Yakovlev: Ahora lo explicaré. Se trata de que por una parte el mercado de consumo ruso sigue siendo dependiente de suministros de empresas latinoamericanas a causa de las condiciones climáticas desfavorables para la producción de ciertos cultivos agrícolas.
Pero el propio hecho de suministro de grano de producción nacional a la región en la segunda década del siglo XXI demuestra que las empresas rusas del complejo agroindustrial disponen de un potencial de promoción de productos de alimentación al mercado latinoamericano altamente competitivo.
Muchos datos también indican que las empresas del complejo agroindustrial nacional paulatinamente empiezan a competir con empresas de otros estados exportadores, incluyendo Brasil, no sólo en los mercados de China, sino también en los de Oriente Próximo y Oriente Medio, África del Norte y el Sudeste Asiático. De esta forma nuestro país y América Latina, siguiendo siendo socios comerciales, en algunos tipos de productos se convierten en competidores en los mercados internacionales de alimentos.
«Mezhdunarodnaya Zhizn»: Pyotr Pavlovich, gracias por el detallado diálogo sobre la actual cuestión.
Para leer la entrevista completa con P.P. Yakovlev, visite: https://interaffairs.ru/news/show/35669
En la foto: P.P. Yakovlev